Fotografía por Revista Agathos

El Trabajo Social Sanitario no es equivalente a dispensador de recursos

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Recientemente, en el transcurso de una reunión de trabajo, ante mi reiteración en la obligación de que el personal sanitario solicite interconsulta con la Unidad de Trabajo Social Sanitario, tanto en el hospital como en la atención primaria de salud, se me comenta que, como no tenemos recursos no se entendía bien mi demanda.

Dado que este comentario no es esporádico, sino que es más frecuente de lo deseado en el ámbito sanitario, me permito contestar públicamente.

Es cierto que en el trabajo social sanitario no tenemos recursos, pero tampoco en medicina tienen los medicamentos, pues éstos están en manos de la farmacia comunitaria o la hospitalaria y, sin embargo, prescriben los tratamientos farmacológicos. Y esto se explica, porque antes de la prescripción farmacológica, el personal médico ha hecho previamente una anamnesis exhaustiva, ha elaborado un diagnóstico o, al menos, tienen una impresión diagnóstica, ha comprobado si la persona enferma es alérgica a determinados principios activos y si existe alguna interacción medicamentosa con algún otro tratamiento de esa persona. Además, lo que prescriben para una persona, es para ella, no es extensivo para todas las personas, aunque tengan el mismo diagnóstico.

Del mismo modo, el trabajador social sanitario recaba información sobre la persona que atiende, su contexto social, económico, familiar…, lo estudia y analiza, realiza una evaluación diagnóstica, elabora un Diagnóstico Social Sanitario y pauta un tratamiento social o realiza una propuesta de intervención, que no necesariamente ha de corresponderse con la gestión o tramitación de un recurso. Trabaja directamente con la persona, la familia y su entorno próximo. No se puede obviar que los recursos son los que son, no cubren en ningún caso las demandas existentes, no sirven todos para todo el mundo, tienen requisitos de acceso y no todas las personas con capacidad de obrar, están dispuestas a admitir el recurso que se le proponga y, por tanto, debemos de respetar la autonomía de la persona.

Cuando se habla de un médico, no se le equipara con «demandador de pruebas diagnósticas», aunque las pide cuando lo considera necesario, pero es mucho más que eso; cuando se habla de enfermero, nadie le equipara a «pincha traseros», aunque lo hace cuando es necesario, pero es mucho más que eso.

Entonces, ¿cómo se explica que cuando se habla del trabajador social sanitario se le homologa con tramitador de recursos? Es buen momento para la reflexión.

Neri Iglesias Fernández. Presidenta de la Sociedad Científica Española de Trabajo Social Sanitario (SCETSS)

Oviedo, 14 de octubre de 2018

16 comentarios en “El Trabajo Social Sanitario no es equivalente a dispensador de recursos

  1. Totalmente de acuerdo.
    Cada profesional de la salud tiene su competencia; tratar al paciente desde la óptica bio.psico.social es fundamental, interviniendo siempre que sea necesario y colaborando todos los profesionales implicados para el beneficio del paciente.

  2. Me parece una brillante reflexión. Creo que es necesario un cambio de conceptos y que se nos valore correctamente, ademas creo que es imprescindible la dotación de recursos concretos enfocados a la vertiente social de la enfermedad. Ademas creo deberíamos abundar en visualizar nuestro trabajo como elemento clave en su reconocimiento.

  3. Claro que tenemos recursos. Todos los que nos dá la profesión. Nosotros somos El recurso profesional que diagnostica y realiza con la persona el grupo o la comunidad el Plan de actuación.
    Lo que quiero decir es que los recursos son profesionales, económicos y materiales.
    Me gusta que reflexionemos sobre esta cuestión . Muchas gracias por la iniciativa.

  4. Me ha gustado mucho la reflexión, a veces se nos olvida que la persona tiene muchos recursos personales y por circunstancias de la vida los fue perdiendo, y generando espacios
    relacionales y sociales pars reflexionar a nivel individual y grupal los pueden encontrar y mejorar ese aislamiento social que tanto nos hace enfermar, creo que debemos salir del binomio demanda/ recurso, muchas gracias

  5. Completamente de acuerdo con Neri y con los demás compañeros. Además de ésto hemos de estar defendiendo continuamente nuestra profesión pues también otros profesionales de salud se creen en disposición de hacer diagnósticos sociales e indicar recursos que luego los pacientes o las familias nos exigen. Los TSS no invadimos las competencias de otros profesionales.

  6. Felicidades por el articulo. Completamente de acuerdo con él y los comentarios expuestos. Pienso que el propio trabajador social es el recurso. Junto con los otros profesionales del equipo, informamos y ayudamos a paciente y familia a adaptarse a la nueva situación y como afrontar la vuelta a su entorno.

  7. Muy buena reflexión, apoyamos a los pacientes en los procesos de salud, escuchamos, orientamos y , en ocasiones , gestionamos recursos.
    También es habitual, en nuestra profesión, decir al facultativo que recurso es el mas adecuado para un determinado paciente, sin haber realizado ninguna valoración el trabajador social sanitario.

  8. Si Nery muy de acuerdo e interesantes reflexines de las/os colegas …..Si bien nuestro abordaje terapeutico en si mismo es un recurso,tambien es cierto que nuestras farmaciías conunitarias tienen despensas muy poco dotadas y ademas nuestra prescipción se REvalora, SEreadapata,se Burocratiza de tal manera que cuando llega esa receta al usuario ya no cura solo palia.
    Si las prestaciones de los SS no se dotan al mismo nivel que los sanitarios y si los profesionales del T.Social,aunque sean de diferentes ambitos no nos respetamos las “prescriciones”(por seguir con la comparación farmacológica ) tendremos dificil el respeto.
    Se da ademas la paradoja ..como es posible que nos ven dispensadores de recursos cuando resulta ..que no dispensamos nada??
    Es curioso y para ponernos en la silla de pensar.
    Un abrazo a todas las colegas valientes.

  9. En primer lugar, quisiera felicitar a Neri por este artículo y por defender y trabajar para que nuestra profesión se equipare, a la práctica, con otras no más dignas que la nuestra. En este sentir, gracias a artículos como éste, cada vez deberá explicarse menos lo que es obvio.
    Como no podría ser de otra manera y con total acuerdo de su exposición, la o el trabajador social sanitario es el principal recurso.
    Un abrazo y os animaría a tod@s a que sigamos en esta línea.

  10. Totalmente de acuerdo con el artículo. Los estudios indican que médicos y enfermeros no comprenden bien la variabilidad del rol profesional de los trabajadores sociales y tienen, más bien,una visión reduccionista. Ahora bien, también tenemos que dejar de lado el victimismo y empezar a reflexionar si no contribuimos nosotros mismos a esta visión aceptando este tipo de planteamientos.A mi personalmente, me incomoda mucho cuando escucho a compañeros hablar de los casos en términos de los “trámites” que han hecho en el mismo y no de la evaluación y del diagnóstico.Si nosotros mismos no creemos en ello poco o nada podremos convencer en a los demás sanitarios.

  11. Totalmente de acuerdo con la autora del artículo y con las opiniones de l@s compañer@s.
    Soy una recién graduda, y sin embargo, sin haber empezado aún mi carrera profesional como TS, ya he podido comprobar durante mi periodo de prácticas lo que se ha ido repitiendo a lo largo del grado: la falta de reconocimiento y valor que en pleno siglo XXI sigue afectando a nuestra disciplina.
    Cuando la gente me pregunta qué he estudiado, a menudo tengo que puntualizar con «lo que antes era la asistenta social», porque no conocen otra cosa. Y es triste. Es triste porque eso es síntoma de un desconocimiento pleno de nuestras funciones, y lo es no solo para la sociedad o para otros profesionales, sino también para los poderes públicos, quienes inconscientes del valor que podemos aportar al bienestar de las personas, no consideran necesaria la inversión en recursos para que podamos ejercer nuestra profesión dignamente. Y eso se traduce en falta de recursos, especialmente de tiempo. A su vez esa falta de tiempo supone, a nuestro pesar, una peor calidad en la atención a las personas usuarias, quienes finalmente, perciben nuestro trabajo como una mera tramitación de ayudas. Es el propio sistema, tal y como esta organizado que no nos permite poder dedicarnos a nuestros casos como realmente merecen, más allá de la tramitación de ayudas.
    Por desgracia, creo que nos queda aún mucho trabajo por hacer. Si M.E.Richmond levantara la cabeza…

  12. Muy buena reflexión para cargarla en nuestras mochilas de herramientas útiles para colocar bien algún que otro profesional. Gracias

  13. Refrescante leerte Neri.
    Totalmente de acuerdo. Y los primeros en tener esto claro deberíamos ser los propios TSS que quizá hemos alentado también este concepto de nuestra profesión.

    Un saludo y gracias

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